Esta pequeña joya del románico se remonta al siglo XII, cuando se recogen las primeras noticias de su existencia a través del monasterio de Sant Cugat del Vallès. En el siglo XV, tras una serie de pleitos por los dominios en el Vallés, pasa a ser una sufragania de Caldes de Montbui.
Edificio de una sola nave, cubierta por una bóveda de cañón, con transepto que da a la planta la forma de cruz latina. En la cabecera encontramos tres absidiolas, el central de planta cuadrada y dos absidiolas laterales semicirculares. En el brazo sur del transepto hay otro ábside semicircular.
Sobre el crucero se alza un campanario de torre de planta cuadrada con dos pisos de ventanas, sin divisiones internas y con cubierta a cuatro vertientes. Las ventanas son simples en el primer piso y geminadas con columnas en el segundo piso. Este campanario parece ser una obra posterior, seguramente del siglo XII y recuerda el de Sant Feliu del Racó.
El ábside central está ornamentado en sus tres caras con arquerías y lesenas lombardas. También tienen decoración lombarda las tres absidiolas, con un friso de arquerías entre lesenes.
En el interior hay un retablo renacentista de autor anónimo y el ábside está decorado con pinturas modernas al fresco, del artista Antoni Vila Arrufat.
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